En el taller de Música Libre del Centro de Rehabilitación San Antonio de Padua no hay espacio para las tristezas y las preocupaciones. En este grupo lo que prima es la alegría y el compañerismo, todo al ritmo de notas musicales que invaden cada rincón del recinto.
Sus integrantes, pacientes diagnosticados con diversas patologías, valoran esta oportunidad de aprender a tocar instrumentos musicales y dar rienda suelta a su imaginación.
Soledad Vidal es una de ellas. Ella es la voz dentro de este grupo lo que la tiene feliz y tremendamente motivada. “Es maravillosa esta oportunidad que se nos ha brindado porque nos incentiva a ser cada día más perseverantes, esto es como una gran familia, acá nos ayudamos y apoyamos, estoy agradecida de pertenecer a este centro, porque me ha ayuda mucho en mi rehabilitación de mi enfermedad de parkinson”.
Al igual que ella son 15 los usuarios inscritos en este taller, permitiéndoles musicalizar composiciones propias y conocidas canciones en su mayoría del género folclórico.
Ixchel Muñoz, su monitor, señaló que el objetivo es dar continuidad al primer taller desarrollado y que sus integrantes puedan canalizar su tiempo libre a través de la música. “Se dice que ocio es la madre de todos los vicios y también de los malos pensamientos, lo que queremos es sacar a estos pacientes de las preocupaciones y el encierro emocional, nuestra idea es que puedan expresar sus sentimientos y liberarlos”, dijo.
El profesor agregó que el taller ha logrado potenciar sus habilidades y que el anhelo es seguir perfeccionándose, posicionarse como agrupación y a futuro poder sacar un álbum propio.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo de Ángela Cárcamo, terapeuta ocupacional, quien destacó el entusiasmo de cada uno de ellos. “Nos reunimos dos veces por semanas y estoy encantada con los avances logrados, me llena de gratitud ver que una idea se puede llevar a la práctica y que la música rehabilite el alma de las personas”, expresó.
Este proyecto adjudicado por el Centro de Rehabilitación San Antonio de Padua es financiado por el FNDR del Gobierno Regional de Valparaíso y concluirá en el mes de abril con una ceremonia que promete llenar de ritmo a todos los asistentes.