La jornada incluyó pintar un mural en unos de los blocks del barrio con el objetivo de dejar algo tangible que recuerde el espíritu del proyecto de intervención y que ayude a transformar las relaciones entre la comunidad Con la frase “Comunidad solidaria y sin violencia” en medio de colores alegres el equipo del Proyecto de Prevención Psicosocial y Prevención Comunitaria del Delito y la Violencia Bruselas I y II, sector Bellavista Alto 2018 de la Dirección de Gestión Social de la Municipalidad de San Antonio pintan mural en un esfuerzo para cambiar la cara de la zona de Bellavista. La jornada incluyó pintar un mural en unos de los blocks del barrio con el objetivo de dejar algo tangible que recuerde el espíritu del proyecto de intervención y que ayude a transformar las relaciones entre la comunidad. María Soledad Castillo Rubio, presidenta de la Junta de Vecinos de la Población Bruselas II, quien miraba sorprendida cómo iba cambiando la cara de su territorio, sostuvo que este trabajo era sumamente importante ya que “se ha producido un cambio dentro de los vecinos radical”, porque “la enemistad entre los vecinos perjudicaba a todos, se creaba un ambiente de malestar y no se vivía bien, y con este proyecto, eso se mejoró”. También expresó que si bien hay problemas de seguridad, “la forma no es que nos llenemos de Carabineros, sino trabajar por hacer cumplir los derechos y deberes”. La dirigenta espera que este proyecto pueda continuar para que no quede a medio hacer y dijo que quienes habían participado “entienden lo importante que es este proyecto para nuestras vidas y nuestra convivencia diaria”. La coordinadora del proyecto, Francisca Pontillo, narra que este año 2018 estuvieron trabajando en el territorio, haciendo un trabajo de establecer confianzas, construir relaciones humanas y resolver lo que aparecía en el diagnóstico del Plan Comunal realizado el año anterior. Pontillo explica que este año trabajaron en el fortalecimiento comunitario y con la oferta programática que tiene la Municipalidad. La coordinadora del proyecto reconoce que si bien, el impacto del proyecto es reducido, “estamos bien contentas porque sí hemos logrado dejar pequeños cambios y pequeñas semillas y herramientas que los vecinos van a poder capitalizar y utilizar mejor cuando el proyecto se vaya”. Algunos de esos temas se relacionan con la violencia de género, intrafamiliar y contra la mujer. Al cierre, Francisca Pontillo agradece sinceramente a quienes entregaron el apoyo. Claudia Martínez Huerta, vecina del barrio comentó que el proyecto “ayuda a que la gente se una a hacer cosas buenas por la población, que no se vea tanta basura, tanta violencia… y nos estigmatizan como Bellavista lo peor, y aquí hay resultados de que no es así, que Bellavista es una población buena donde vive gente que trabaja, humilde, gente que lucha el día a día”. También agradeció a su dirigenta por realizar las gestiones para recibir toda la asesoría de abogados y mediadores, así como la gestión de los espacios para los talleres.