En la calle Regidor Norambuena en Las Planicies de Bellavista y en calle Serrano de Cerro Alegre fueron instalados contenedores de residuos domiciliarios respondiendo así a la solicitud realizada por la comunidad de ambos sectores de San Antonio.
Estos recipientes vienen a reponer aquellos que cumplieron su vida útil y se suman a otros 32 ubicados en distintos puntos de la comuna donde no puede llegar el camión recolector de basura.
Los vecinos, vecinas y trabajadores de estos lugares están contentos.
Al respecto, Elisabeth Ojeda, educadora de la Sala Cuna Las Caracolas, ubicada en calle Serrano de Cerro Alegre, dijo que “aquí llevamos funcionando hace 15 años y siempre hemos tenido el problema de la acumulación de basura, incluso vienen vehículos de otras partes a dejar colchones y escombros convirtiéndose en un foco de infección, por tanto este contenedor es muy necesario y esperamos que sea de ayuda para todos y todas”.
Por su parte José Escorza, dirigente vecinal de Cerro El Carmen, expresó que “le pedimos a la municipalidad estos contenedores para que el lugar se mantenga más limpio, la idea es cuidarlo y ojalá los vecinos cooperen”.
En tanto, Nivia Castro, presidenta de la junta de vecinos Las Planicies de Bellavista, dijo que “el llamado que hago a los vecinos y vecinas es a cuidar y asegurar el contenedor instalado en calle Regidor Norambuena, además de mantener la limpieza”.
Sobre esta reposición de contenedores la Alcaldesa Constanza Lizana sostuvo que “estamos contentos, esta iniciativa es parte de la recuperación de espacios públicos que hemos estado trabajando con la Dirección de Medioambiente Aseo y Ornato entregando estos contenedores que permiten hacer una mejor contención de los residuos evitando también los microbasurales y mejorar la calidad de vida de los vecinos y vecinas”.
La Municipalidad de San Antonio, a través de su Dirección de Medioambiente, Aseo y Ornato (DIMAO) informó que desde mediados del mes de julio se espera seguir con esta reposición en los sectores donde no se alcanzó en esta primera entrega