De acuerdo a lo explicado por el senador Walker, esta propuesta, que fue entregada a los ministros Larroulet y Larraín, perfecciona el actual sistema de nombramientos de altos directivos públicos, permitiendo una selección mas competitiva, tecnificada y menos discrecional.

“Creemos que esta Alta Dirección Pública tal como fue concebida, ha cumplido una etapa, ha cumplido su objetivo, y que en el fondo debiera ser considerada como una etapa intermedia hacia lo que aspiramos sea la modernización y la profesionalización de la administración pública, especialmente en materia de selección de los altos directivos públicos, ojalá con la mayor neutralidad política, sin depender de los nombramientos políticos de los gobiernos de turno y, ahora que ha habido un cambio de gobierno y un cambio de coalición política, quedan al descubierto algunas de las insuficiencias de ese esquema que fue de gran utilidad durante 7 años, pero que debiera pasar, a nuestro juicio, a un sistema que realmente vele por una profesionalización de la administración pública”, explicó Ignacio Walker.

Asimismo, Walker detalló que en lo medular la propuesta establece que “ se amplía el sistema de selección hacia esta profesionalización, disminuyendo la discrecionalidad y la confianza política, y que ojala tienda a la mayor neutralidad política, como ocurre en los países más desarrollados en cuanto a la ejecución de las políticas públicas , y, en segundo término, que se pase al concepto de “convenios de desempeño” para que la alta dirección pública pueda asesorar a los ministerios de cualquier Gobierno con el objeto de fijar metas muy precisas, metas de desempeño con el objetivo de poder evaluar el desempeño de estos altos directivos”.

Por su parte, el senador Ricardo Lagos Weber afirmó que “lo que está hoy día es la capacidad política de ver si somos capaces de tirar para adelante, con un tejo pasado, con más ambición, de tener una administración pública donde  crecientemente el color político no prime a la hora de tener un cuadro profesional que asuma la responsabilidad de ejecutar políticas públicas. Hay muchos servicios en Chile en que los funcionarios públicos podrían cumplir su función a cabalidad, al margen de cuál sea su opción política”.

En ese sentido, recordó que “la ADP fue un paso adelante, permitió tener gente de buen nivel, pero todavía queda la posibilidad legal de que se pueda pedir la renuncia. Lo que se está planteando es que en ciertas áreas sea irrelevante el color político para llevar a cabo lo que los chilenos requieren, pero sí la capacidad y el desempeño”.

El proyecto también contó con el aporte de la senadora Soledad Alvear, quien por razones de salud no pudo asistir a la reunión.